miércoles, noviembre 19, 2008

Relaciones Sino Latinoamericanas

Ayer llegó a La Habana el presidente chino, Hu Jintao, con la finalidad de estrechar las relaciones político-comerciales con Cuba. Este es un momento en el que se consolida la influencia económica de Pekín en América Latina. Esta visita sucede pocos días después de que Pekín hiciera público el Documento sobre la Política de China hacia América Latina y el Caribe. En el instrumento se manifiesta la disposición a ‘desarrollar la amistad y la cooperación’ con los países o sus organizaciones de integración regional sobre la base de ‘la igualdad, el beneficio recíproco y la ganancia compartida’.

Pekín es el segundo socio comercial de la isla, después de España, que fue el primer país en invertir en Cuba, desde el siglo pasado, sobre todo en hotelería. Pero China financiará en Cuba la construcción de una planta de ferroníquel y buscará petróleo. Los dos países han fortalecido a su vez las relaciones a nivel militar

Jintao irá luego en la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), que se celebra esta semana en Lima. ‘Las relaciones con América Latina y el Caribe nunca han sido tan estrechas como ahora’, dijo Jintao. Y las cifras lo respaldan. En los 70, antes de que Deng Xiaoping diera un viraje hacia el capitalismo, el intercambio comercial con la región no superaba los mil millones de dólares. En 2007, fue de casi 100,000 millones. China ya es el tercer socio comercial regional.

En términos políticos, Pekín ‘aprecia’ que la mayoría de los países latinoamericanos se abstengan de relaciones o contactos oficiales con Taiwán y que mantengan silencio sobre los sucesos del Tibet.

China tiene un acuerdo de libre comercio con Chile y tratados de Asociación Estratégica con Argentina, Brasil, México y Venezuela. El presidente venezolano, Hugo Chávez, ha estado cinco veces en Pekín. Caracas esperaba recibir a Jintao con los brazos abiertos, como en 2004.

Un símbolo de su creciente papel es la entrada de China en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) como país donante, tras 15 años de resistencia norteamericana. La debacle económica de EEUU ha terminado por acelerar su ingreso en la institución.

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