miércoles, noviembre 19, 2008

Carros


El icono de la productividad gringa –-recuerden el Ford T de hace cien años-- de la comodidad de los ciudadanos, el orgullo de los hombres nuestros, que sin lavar un plato en su casa no se arredran los domingos a dedicarle la mañana entera a limpiar, encerar y pulir su carro, está en franca caída en todo el mundo.

La fotografía de arriba habla por sí sola. Son los quién sabe cuántos –-nadie quiere dar cifras-- automóviles que se acumulan en un predio, en el puerto de Long Beach, California, pero que también han comenzado a amontonarse en otros puntos por los que ingresan a aquel estado los carros importados: Mercedes Benz, Toyota, Nissan, etcétera. Habitualmente eran subidos a camiones a las pocas horas de su llegada, pero los californianos, en general los estadounidenses, no están para comprar carros nuevos.

Por otra parte, comienzan a escucharse las voces que proponen, para que los carros norteamericanos puedan fabricarse y venderse mejor en su propio país, que se permita que la General Motors, Ford y Chrysler se declaren en bancarrota antes que invertir dinero del gobierno en mantener las compañías a flote.

¿Y en Guatemala? ¿Cómo andará la venta de modelos 2009? ¿Cómo estará la venta de los últimos carros de 2008, que siempre bajan de precio en esta época?

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