jueves, octubre 23, 2008

Por qué estamos como estamos

El ciclo, dicen los conocedores, es el siguiente: si la gente no compra, no hay dinero: si no hay dinero, no hay producción; y si no hay producción, viene el desastre. Bueno, el desastre ya está aquí. Que nadie lo dude.

Y conste que no vino porque la gente no comprara; las agencias de publicidad se encargaron, durante más de cincuenta años, de convencernos de comprar hasta lo que no íbamos a necesitar ni muertos. ¿O no?

La verdad, el desastre vino por el gusto del dinero de los genios financieros que desde los 80 –-año más, año menos-- descubrieron que no necesitaban producir nada, ni sembrar campos, ni abrir fábricas, ni construir caminos ni nada por el estilo. Era solo cuestión de especular, especular. Ni siquiera dinero de papel, como le llaman. Dinero virtual, diría yo. El papel moneda se lo quedaban y se lo siguen quedando los grandes gurús de las inmensas corporaciones mundiales.

Claro, ese es el lado occidental de la cosa.

En oriente, está China, cuyo crecimiento se encuentra en un 9,9%, habiendo sido del 11,4% en el 2007. Pero no lo digo yo: cuando algunos países están saliendo a duras penas del crecimiento cero, el Fondo Monetario Internacional avala ese 9,9% y avisa de que, en el temido 2009, volverá a subir.

Y en términos de contaminación, la siguiente es una muestra del avance económico de China con todo y su aire viciado:

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tanto alboroto que se le hizo a Beigin sobre la contaminación del aire y de las aguas, sin embargo para las olimpiadas no afloró problema alguno.

Saludos.
luis godoy