Una viñeta apenas

Tímidamente, Anabella Giracca propuso –-era el Libre Encuentro de anoche-- la cuestión de la muy baja inclusión de mujeres e indígenas entre las filas de los candidatos a elección popular. Con gran rapidez los señores allí presentes --presididos por un Dionisio Gutiérrez muy contento de tener a su alrededor al presidente del CACIF, a un españolete que dirige los estudios políticos en la Marro y a un Sholón Porras muy domado por su participación en varios gobiernos de derecha-- desestimaron la materia.

El español, todo un dechado de libertad y democracia, se declaró en contra de esa maniobra a todas luces fraudulenta de legislar pidiendo equiparar la participación de las mujeres. Criticó que en España –-donde ni siquiera en el PP le darían cabida-- haya pasado la ley de la igualdad.

Dos callaron por aquello del que calla otorga. Dionisio recogió el ánimo presente en los señores y desechó el asunto afirmando que se debe llegar a ser candidato por mérito propio. Todos asintieron. De los indígenas nadie dijo nada. Anabella calló respetuosamente.

Todavía no sé si reír o llorar. Todos los presentes saben que una candidatura no es precisamente una unción partidista por méritos. Suele costar un millón de quetzales.