Anoche, finalmente, el congreso de los EEUU decidió que no le dará apoyo a las compañías manufactureras de automóviles General Motors y Chrysler. Aun cuando la cámara baja había aprobado una ayuda, los congresistas decidieron que no, y probablemente ambas compañías tendrán que declararse en bancarrota en este mes.
‘Será una Navidad tristísima para muchos norteamericanos’, dijo anoche el senador Harry Reid, líder de la mayo´´ia, al tiempo que pronosticaba una caída de la bolsa -–otra-- hoy viernes.
Lo curioso es que este es un revés tanto para el señor Bush como para el señor Obama. Tan solo ayer el presidente electo había pedido al senado que apoyara el rescate de las fabricantes de automóviles.
viernes, diciembre 12, 2008
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