El mundo entero experimenta un fenómeno global que sucede nueve años tarde. La esperanza generalizada en Obama no debió haber surgido este año, sino en 1999, en los albores del milenio.
Los mesías generalmente se esperan en esos momentos del calendario.
Yo no creo en mesías, y mucho tendrán que trabajar Obama y su gente para compensar los desastres que en los últimos ocho años han propiciado el maligno Bush y sus huestes. Bueno, al menos se va, pero no sin heredarle al mundo una invasión que ha dejado muerte y sangre. Regiones enteras del mundo alzadas en guerra, una pobreza generalizada por dedicarle más atención al belicismo y sus ganancias que a las bestialidades de Wall Street.
Si el nuevo gobierno de EEUU logra aplacar el veneno que Bush instiló en las relaciones entre occidente y el Islam, mucho habrá logrado. Eso, a mi juicio, sería mejor que andar financiando a los que se desbordaron y han sumido en la pobreza global al mundo.
martes, noviembre 25, 2008
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