miércoles, octubre 24, 2007

Para cuidar la finca

Me decía anoche un amigo que la simbiosis entre Mano Dura y la oligarquía nacional se basa, sobre todo, en el acuerdo para que las elites económicas se repartan, como es su costumbre, los puestos de poder y Otto Pérez Molina adquiera el papel de superministro de gobernación y se encargue de las limpiezas necesarias para asegurar el funcionamiento del status quo. Y tiene toda la razón. Tras ese pacto fluyeron el dinero y la asesoría publicitaria para los comerciales que han colocado a Pérez Molina donde está.

Es útil recordar que Pérez Molina fue comisionado de seguridad del señor Berger, pero renunció prontamente del puesto, evidentemente ornamental, cuando la oligarquía destinó al señor Vielmann y al asesor venezolano Rivera para arreglarles la situación. Como en efecto lo hicieron: adiós secuestros de altos vuelos, adiós asaltos a los bancos, etcétera. La seguridad de los de a pie, por supuesto no importaba, ni importa, ni importará.

Y Pérez Molina podrá no tener cuadros para gobernar, pero del despecho por el puesto de soldadito de plomo que le asignó Berger levantó hábilmente un partido político que ha subido como la espuma, aprovechando con diligencia la brecha --la violencia que sufre la mayoría-- que dejó abierta el actual gobierno, ocupado únicamente de sus propios intereses.

Claro que el señor Colom tampoco se ha podido distanciar de las elites, que tras haber pactado con él --antes de que se hubieran percatado de las tradicionales ventajas de tener un militar como guardián de la finca-- le colocaron como vicepresidente al doctor Espada, hermano del señor Vielmann, el ex ministro.

Ambos han dicho ya repetidas veces, para tranquilidad de sus patrocinadores, que no van a crear nuevos impuestos. Impuestos es la peor palabra que puede mencionárseles a los criollos de la patria.

3 comentarios:

Henoc dijo...

Nada más hace falta revisar, para apoyar lo que dice, las estadísticas que el mismo Ministerio de Gobernación publica, durante este período gubernamental pero sobretodo en el 2006, bajaron todos los índices: asaltos a bancos, secuestros, delitos contra el patrimonio y hasta el número de detenidos y las armas decomisadas. Pero por el contrario aumentó en casi un 10% (como ha sido la constante en este período)el índice de homicidios.

¿De qué manera entonces es que se han bajado esos índices de delitos contra el patrimonio y algo impacto?

esnecesariohabervivido dijo...

Qué triste que nuestra democracia no llegue tan siquiera a ser un mediocre intento....
saludos fraternos

rebeka

selenita dijo...

¿Democracia? ¿Demo.. qué?

Rebeka, no nos traguemos la mentira esa de que democracia es que el mandamás en turno "permita" a la gente ir a poner papelitos en un urna. Ese es el discurso del poder, atole con el dedo, como quiera llamarle pero no democracia.