Mal asunto para un sábado

Hace días leí en la revista Commentary un artículo firmado por Norman Podhoretz, titulado The Case for Bombing Iran, donde el autor defiende con uñas y dientes su teoría –-compartida por otros poderosos en Washington-- de que hay que atacar militarmente a Irán, porque significa un peligro similar al de Hitler en los años 30 del siglo pasado.

Hoy el diario New York Times divulga una información sobre el enfrentamiento entre Condoleeza Rice, --que apoya la estrategia de Europa, Rusia y China acerca del uso de los medios diplomáticos para impedir que Irán continúe enriqueciendo uranio-- y los neoconservadores, que desean bombardear a Irán, en acción preventiva.

Con el infierno desatado en el Medio Oriente a raíz de la búsqueda de las armas de destrucción masiva, la ofensiva lanzada por los neocon me deja en la boca el sabor metálico de los años sesenta, cuando los buques soviéticos se acercaban a Cuba y a los niños de EEUU se les instruía a que se metieran debajo de sus escritorios por aquello de las bombas nucleares.

Y ahora, el pedigree: Norman Podhoretz –-que en algún momento fue de izquierdas-- desertó en los 70 del partido demócrata y se unió a una coalición de neoconservadores judíos y de halcones derechistas como Donald Rumsfeld, habiendo sido figura clave para la llegada de Ronald Reagan a la presidencia. Su yerno, Elliott Abrams, que fue condenado por el asunto Irán-Contras, ha sido asesor de seguridad nacional del señor Bush y del señor Reagan; su hijo John Podhoretz es editor de la página editorial del diario New York Post, una de las gemas de Rupert Murdoch, y desde donde se exaltan las proezas de los halcones.