El pobre señor Bush faltó a una sesión de fotografías de la reunión del G-8, y sus adláteres dijeron que se debía a una cuestión viral que lo puso fuera de combate. Los mal pensados creen que se empatinó durante una refrescante sesión que tuvo lugar en la terraza del castillo donde se efectuaba el cónclave. De esa informal ceremonia es la presente foto, donde el teetotaller aparece junto a la canciller alemana Angela Merkel.
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