Y hablando de miradores

Este año han proliferado las entidades que desean fiscalizar las próximas elecciones. Los países que habitualmente donan los fondos para estas actividades han dejado saber que esos dineros no alcanzan para todas las peticiones que han recibido.

El procurador de los derechos humanos, quien desde hace rato acaricia la idea de lanzarse como candidato a la presidencia --de lo contrario para qué tanto cabildeo en el congreso para ser reelecto-- ha fundado un observador electoral y ha logrado el apoyo del cardenal arzobispo para esta empresa. Ignoro si monseñor Quezada está al tanto de los proyectos de Sergio Morales, pero imagino que sí; no se puede estar al frente de la iglesia católica del país sin manejar la alta política.

Otro ente que desea hacer observaciòn electoral es la USAC. Aún no veo claro por qué. Hay mucha gente en esa universidad, de manera que observadores hay. Pero en una institución cuyos miembros mantienen un estira y afloja constante, no veo un propósito claro.

Sucede, supongo, que el dinero de los países que apoyan estas actividades atrae mucho. Pero nunca segundas partes fueron buenas. Si seguimos así tendremos más observadores que votantes.