Reflexiones en voz alta

Como de conspiraciones se trata, ahora que ya sabemos que la crema lassar para el culito de los niños, la leche de bebés y la pasta de dientes pueden constituir un horrible peligro para los viajes en avión; como hoy es feriado y el día está precioso; como no solamente desde la derecha se puede hablar de planes malignos, ¿qué tal si consideramos algunas cosas como las que siguen?

El 9 de agosto, en Connecticut, un candidato poco conocido llamado Dan Larmont, ganó las elecciones primarias demócratas frente a Joe Liebermann, que aunque demócrata, ha favorecido y apoya la invasión a Irak. También, en esos días, las encuestas confirmaban que si las elecciones hubieran sido en ese tiempo, los demòcratas habrían ganado con un 10% sobre los republicanos, y habrían obtenido mayoría en el senado y en la cámara de representantes.

Para esas fechas ya hasta la CNN había hablado de las incapacidad del ejército más potente y mejor entrenado de Oriente Medio, el israelí, para vencer a Hezbolá. No olvidar que Israel es el gran aliado de EEUU en aquella parte del mundo.

Justamente entonces la llamada guerra contra el terrorismo, fue invocada nuevamente con patrio ardimiento. Aparecieron otra vez las desgastadas y envejecidas figuras de Bush, Chenney y Rumsfeld inyectándoles dosis importantes de miedo a los estadounidenses.

Tony Blair siguió de vacaciones en una playa caribeña y no se dejó ver ni por ensalmo. Quizás prepara una imagen broncínea y descansada para obtener adeptos, que según las encuestas, lo han ido abandonando desde la invasión de Irak.

Por ese mismo tiempo un par de noticieros estadounidenses --de esos de ultra-- destacaron que el petróleo puede llegar hasta los 400 dólares por barril, citando al el presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad.

No me cabe la menor duda de que ciertas facciones extremistas de Medio Oriente se mantienen preparando acciones contra los países que les han declarado una guerra. Y no condono la violencia, venga de donde venga.

Pero tampoco tengo reblandecido el cerebro por los años en que el señor Bush ha mantenido a sus adláteres gritando que ya viene el lobo proverbial. Pero como es feriado, repito, la mente me funciona a bajas revoluciones, así que les dejo la inquietud de pensar qué significan estos hechos.