Venecia, la hermosa ciudad fundada en el siglo V después
de Cristo por gente que huía de los romanos, es en realidad un territorio integrado por 118 pequeñas
islas unidas entre sí por 455 puentes.
Su centro histórico está enclavado en una laguna
costera salada localizada en el norte del mar
Adriático y ya hace décadas que se sabe que Venecia se hunde. Hay fotografías
muy dramáticas de cuando el agua cubre hasta casi medio metro la plaza de San
Marcos.
Hasta hace poco se afirmaba que
Venecia poseía algo así como ciento veinte mil habitantes nativos. De un tiempo
a esta parte, muchos venecianos han optado por abandonar la ciudad, que cada
vez más se halla invadida por los turistas, para ir a vivir a otras partes de
Italia.
Lo que ha sucedido en Antigua Guatemala,
entonces, donde cada vez hay menos antigüeños y más turistas, o chapines, —palabra
creada, dicen, por los salvadoreños— que se aplica a los habitantes de Guatemala
de la Asunción y por extensión a todos los guatemaltecos.
¿Y por qué les cuento estas historias
no muy gozosas esta mañana de sábado? A lo mejor, por la mortificación de no
haber visto siquiera una Perseida anoche. Nubes, llovizna, frustración. Pero
que la Tierra está pasando por la lluvia de meteoros que produce el cometa
Swift-Tuttle, no hay duda.
Hace siglos a las Perseidas las
llamaron las Lágrimas de San Lorenzo, el mártir cuyo día se celebra hoy de
acuerdo con el calendario cristiano.
Ahora sí está despejado el
cielo. Qué gracia.
2 comentarios:
Como todo, es cuestión de apariencias... Venecia no se hunde! Me afirma Niccolo. Es el nivel del mar que sube!
Disfruto mucho de ir a nuevos lugares cada vez que tengo la oportunidad y por eso este año estoy muy contento, ya que pude sacar Vuelos a Los Angeles y espero disfrutar de muy buena manera de dicha ciudad
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