Sarkozy y los africanos

La expoliación de África durante la colonización europea, al igual que en América, continúa hasta el presente. El Banco Mundial, poco antes de la independencia de Zaire, ex Congo Belga (1971), donde la matanza prosigue violenta, otorgó préstamos a compañías belgas, francesas y británicas que explotaban estaño, diamantes, oro, cobre y radio del país africano. La obligación contraída por las transnacionales fue transferida a la nueva República, cuya deuda externa creció de 1,400 millones de dólares, en 1973, a 12,000 millones de dólares, cuatro años más tarde.

En la década de los sesenta, África exportaba alimentos. El valor promedio de sus exportaciones era de 1.3 millones de toneladas anuales entre 1966 y 1970. Hoy importa el 25 % de sus productos alimenticios. Las hambrunas se incrementan.

Sólo en los tres últimos años, se han producido emergencias alimenticias en el Cuerno de África, el Sahel, África del Sur y África Central. El impacto negativo de los programas de ajuste se agravó con prácticas comerciales injustas por parte de la Unión Europea y EEUU. La producción de biocombustibles exacerbó aún más la crisis alimenticia de la región. Las hambrunas motivaron las migraciones africanas a las metrópolis, y por ello el presidente francés Nicolás Sarkozy dijo claramente que ‘Europa no puede recibir a toda la miseria del mundo’.