lunes, noviembre 17, 2008

El Salvador, Guatemala, España

Dos organizaciones de defensa de los derechos humanos han denunciado, ante la Audiencia Nacional española, a catorce miembros del ejército salvadoreño bajo cargo de ser los responsables del asesinato de seis jesuitas –-cinco de ellos de origen español-- la madrugada del 16 de noviembre de 1989, pero la acción judicial no se limita a la mayoría del estado mayor castrense, sino que incluye al ex presidente Alfredo Cristiani, también comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, a quien se le acusa de encubrimiento de los asesinatos.

El juez Eloy Velasco será el responsable del seguimiento de la demanda que buscará determinar si España tiene jurisdicción sobre los hechos, que se recordaron ayer en en un acto de la Universidad José Simeón Cañas, UCA, en donde era Rector Ignacio Ellacuría, y miembros docentes, los sacerdotes Armando López, Segundo Montes, Ignacio Martín Baró, Juan Ramón Moreno y Joaquín López y López, este último salvadoreño.

Los asesinos no prdonaron a la cocinera Elba Julia Ramos ni a su hija de 16 años, Celina, que fueron asesinadas también. Cristiani, en sus primeras declaraciones acusó a la entonces guerrilla del FMLN como responsable del crimen; poco después, por causa de un testigo inesperado se tuvo que reconocer que los autores habían sido miembros del Batallón elite Atlacatl.

Se ha responsabilizado de la masacre a los generales Humberto Larios, René Emilio Ponce, Juan Orlando Zepeda, Juan Rafael Bustillo, y los coroneles Inocente Montano y Francisco Elena Fuentes, pero amparándose en la amnistía, las autoridades fiscales se han negado a enjuiciarlos.

¿Tendrá mejor suerte El Salvador que Guatemala? Por de pronto, Saca, socio de Bush, dice que abrir heridas viejas no es la mejor fórmula para la reconciliación. Y me pregunto: ¿qué pasa con los nietos de los muertos de la guerra civil española que están abriendo zanjas al lado de los caminos para recuperar los huesos de su gente? ¿Estarán ‘reconciliados’ o seguirá vigente en ellos, --una tercera generación-- el dolor por la bestialidad de un pasado que ya va por tres cuartos de siglo?

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