Se encuentra muy de mañana con textos como el que les transcribo, de Javier Armentia, un físico español que pareciera vivir en Guate. Pero como se dedica a la astronomía, sabe cómo suceden las cosas en el universo:
‘Ya, ya sé que hay periodistas buenos y periodistas malos, como hay escoceses buenos y malos, y demás. Que por supuesto, un periodista verdaderamente periodista tendrá fuentes y tendrá agendas para evitar tan craso error. Ya sé además que personalizar en EL periodista, además olvida a LA periodista, pero sobre todo olvida el proceso de cómo algo se convierte en noticia publicada/publicitada, un proceso azaroso a veces, pero siempre dirigido por un consejo de redacción sobre el que se impone a veces un dictadorcillo o un dictadorzote que es el director, sobre el que pesa el tío gordo ese que le manda y le llama por teléfono, que a su vez tiene un teléfono super-conectado con todos los resortes de los poderes económicos, políticos y eclesiásticos también, etc... Es decir, que sí, que ya sé que las empresas de comunicación son lo que son. Léase por lo tanto el combustible con cierta laxitud, y así puedan darse por aludidos TODOS y TODAS quienes participan de alguna forma, exonerándose o disminuyendo su responsabilidad posiblemente en proporción directa a su inseguridad laboral e inversa a sus rentas patrimoniales y asistencia a actos públicos. Pero es lo que hay’.
lunes, septiembre 22, 2008
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