lunes, septiembre 22, 2008

Cuando una lee blogs

Se encuentra muy de mañana con textos como el que les transcribo, de Javier Armentia, un físico español que pareciera vivir en Guate. Pero como se dedica a la astronomía, sabe cómo suceden las cosas en el universo:

‘Ya, ya sé que hay periodistas buenos y periodistas malos, como hay escoceses buenos y malos, y demás. Que por supuesto, un periodista verdaderamente periodista tendrá fuentes y tendrá agendas para evitar tan craso error. Ya sé además que personalizar en EL periodista, además olvida a LA periodista, pero sobre todo olvida el proceso de cómo algo se convierte en noticia publicada/publicitada, un proceso azaroso a veces, pero siempre dirigido por un consejo de redacción sobre el que se impone a veces un dictadorcillo o un dictadorzote que es el director, sobre el que pesa el tío gordo ese que le manda y le llama por teléfono, que a su vez tiene un teléfono super-conectado con todos los resortes de los poderes económicos, políticos y eclesiásticos también, etc... Es decir, que sí, que ya sé que las empresas de comunicación son lo que son. Léase por lo tanto el combustible con cierta laxitud, y así puedan darse por aludidos TODOS y TODAS quienes participan de alguna forma, exonerándose o disminuyendo su responsabilidad posiblemente en proporción directa a su inseguridad laboral e inversa a sus rentas patrimoniales y asistencia a actos públicos. Pero es lo que hay’.

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