domingo, marzo 23, 2008

Las polvaredas de Antigua

Hasta este año Antigua era el paraíso de los traumatólogos, que los días lunes veían aumentar el número de pacientes con pies, tobillos y piernas hechos papilla por el estado de las aceras de aquella ciudad. Eran los visitantes del fin de semana de la antigua Capitanía General.

Afortunadamente, el alcalde antigüeño se ha condolido de los otorrinolaringólogos y oftalmólogos, que desde hace semanas recentan antibióticos, pomadas, rocíos nasales, comprimidos de corticosteroides y drogas varias no solo a los vecinos de Antigua sino a los visitantes, por causa de las polvaredas que caracterizan a la ciudad en estos días.

Las calles antigüeñas, diseñadas en el siglo XVI para caballos y una que otra carroza, soportan ahora un tráfico vehicular que para el pelo. Por lo tanto los empedrados se hunden y se destrozan cada cuatro o cinco semanas.

La alcaldía de la Muy Leal y Muy Noble en patriótico empeño decidió no solo prohibir en las calles las ventas de pizza, pollo y papas fritas --en beneficio de las comidas tradicionales, se dijo, aunque no se aclaró cuáles son las comidas tradicionales-- sino que 'arregló' las calles con piedras y una mezcla de algo parecido a la argamasa, poco usual y muy secreta, que ha logrado cubrir calles y avenidas con una espesa capa de polvo.

Los visitantes de Antigua, este año, vieron las procesiones a través de nubes amarillentas, el polvillo residual de los nuevos empedrados. El Viernes Santo, a eso de las siete de la noche, una empolvada muchedumbre reunida en el parque central dudaba entre quedarse esperando el paso de las procesiones o avanzar hacia la casa del alcalde para --de acuerdo con otra tradición respetable-- llenarlo de alquitrán y plumas y colgarlo como nuevo Judas de la fachada de la Catedral.

El hombre se salvó porque nadie tenía la dirección de su casa.

7 comentarios:

Wotzbely Suárez dijo...

Antes que nada (¿o que todo? luego me explica) le agradezco que deje saber que se encuentra bien y nos comparta algo. Habemos quienes abrimos diarimente su blog buscando un titulo nuevo.
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No sé si es este o el anterior pero me parece que el Alcalde de La Antigua es dueño de una farmacia, supongo que tenía un lote muy grande de medicamento contra enfermedades respiratorias y quiso deshacerse de ellas.
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Como no sé como expresarle mi admiración, lo hago de esta manera tan burda, diciendole que no sé como hacerlo.
Saludos,
Wotzbely

Anónimo dijo...

no solo tiene una farmacia, tiene un sanatorio y un par de hermanos médicos.
que bueno que esté de vuelta, y ojala ya se haya asentado ud también como el polvo de la antigua

el loco dijo...

Querida Ana:
Hemos tratado de contactarla por todos los medios pero no ha sido posible, espero que por este se pueda. Mi nombre es Juan Manuel García y soy esposo de Lissette Castillo Mansilla, hija de su gran amiga Lissette. Vivimos en España y leímos su columna dedicada a su amiga de la infancia...lloramos y gozamos de saber que después de 50 años aún era recordada por alguien. Nuestro correo es relidegarcía@hotmail.com y queremos estar en comunicación con alguien tan especial como usted. Le enviamos unas fotos de mi esposa a un correo de hotmail que nos dieron pero no tuvimos respuesta. Queremos que venga a vernos a España, pues aquí tiene su casa para quedarse. Un abrazo y felicidades por su nuevo cargo. Besos. Juan Manuel y Lissette.

Ana dijo...

A todos: gracias por los comentarios, los mensajes, los correos. Ciertamente han sido casi tres meses en los que he penado por no poder postear en el blog, pero aquí ando de nuevo

Anónimo dijo...

Estimada Ana.
Gracias por sus comentarios, la extrañamos tanto; admiro y respeto sus opiniones.

Gracias por todo.

Leo

Pirata Cojo dijo...

Gracias por publicar de nuevo, para ser propositivo, digo yo, ¿Por qué no restringen la circulación vehicular?, que se permita el paso de motonetas, bicicletas y carruajes, eso le daría aún más prestigio a la ciudad, a los fufurufos/as que tengan sus casas en el perímetro urbano y a los hoteleros, pues se les da una especie de salvoconducto para circular.

Ya veo al alcalde monopolizando el alquiler de bicicletas, pero tal vez con ese atractivo le entra al tema, ¿Qué le parece?

Anónimo dijo...

Ya era hora! Paso un eclipse lunar por este hemisferio y le perdi los pasos.
Le queremos,
B.