jueves, diciembre 27, 2007

Fin de la hueva navideña

Dos noticias me sacan del dulce sopor de Nochebuena: el asesinato de Benazir Bhutto y el anunciado regreso de tres rehenes colombianos, incluyendo a un niño, lo que vuelve melodramática la historia. Lo primero es un mazazo capaz de sacar a cualquiera de una ensoñación familiar. La historia fatídica de Pakistán, uno de los países que posee un arsenal nuclear y misiles de largo alcance. Una piedra en el zapato de los EEUU y que no deja de inquietar al resto del mundo.

¿Qué hizo regresar a Benazir Bhutto a su país, tan revuelto como estaba antes de su retorno? La pasión por el poder. Dice la BBC, de una manera mucho más suave, que llevaba la política en la sangre, y en este enlace hay una nota obituaria sobre la fallecida.

Hasta los rusos temen que, tras el asesinato, haya un baño de sangre en Pakistán.

La segunda noticia no es, en realidad, el regreso de los rehenes. Es el renacimiento, une fois de plus, del ave fénix Chávez, quien aparentemente ha digerido el dichoso referendo, y aparece nuevamente en la televisión mundial, el rostro suavizado por el gusto con que debe estarse relamiendo por su retorno.

Hasta el presidente colombiano, uno de los adláteres del gobierno estadounidense, ha tenido que agradecer públicamente la intervención del bolivariano presidente. Chávez, por su parte, con una magnanimidad digna de toda cámara, ha perdonado los insultos de Uribe y ha reconocido que él mismo también pecó. Si las cosas salen bien, el retorno de Chávez se habrá llevado a cabo en caballo blanco, con acompañamiento de europeos y americanos.

3 comentarios:

frufrú dijo...

Unos días después de que el presidente Chavez calificara la victoria del NO como una "mierda" ante todo el alto mando militar que lo acompañaba en una rueda de presa, Caracas y las principales ciudades del país se vieron invadidas por enormes vallas publicitarias, pagadas debidamente por el Ministerio Popular para las Comunicaciones, con la amenazante frase: "por ahora...", célebre adverbio que dicho ante los periodistas catapultara a Chavez al show business mediático, tras su primer intento de golpe de estado en el año 1992. Ahora vemos un Chavez "magnánimo", ejecutando sin fallos sus maniobras de esgrima política internacional ante un Uribe Vélez maniatado y nos preguntamos, ¿cuándo será magnánimo nuestro presidente ante las demandas de su propio pueblo y propondrá la ley de amnistía para los numerosos presos políticos de su régimen (amnistía que le fue concedida a él mismo por el presidente Rafael Caldera cuando se encontraba detenido tras los sucesos de aquel fallido golpe del 92), o simplemente deje de referirse a sus adversarios con términos tan ignominiosos.
Bien se ajusta a nuestro comandante aquel refrán que reza "Candil de la calle, oscuridad de la casa"

saludos Ana María,

Anónimo dijo...

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la-filistea dijo...

ESto del presidente Chávez a mí me tiene con los dedos en las sienes, es de aquellos que no da paso en falso, así que pueden avecinarse varias cosas.

Aunque también pudo haber aprovechado -ojalá no peque de profeta- que Estados Unidos , pueda verlo como un blanco en medio de la selva y zasss!!!..

En fin...