jueves, noviembre 29, 2007

Prebendas, explotaciones

Los diputados han cometido tantas tropelías y burradas que todo el mundo está contra ellos menos sus familiares cercanos. Y los diarios se lucen cebándose en los campeones. Siglo XXI dedica hoy su mejor suplemento desde hace rato a contar cómo los padres de la patria --no míos, por cierto-- se reparten indemnización, aumento de salario, canastas navideñas y otras fruslerías. Prensa Libre hace lo propio y elPeriódico también. Pero en honor a la verdad, Siglo XXI se lleva las palmas.

Se está generando en Guatemala una división a la que nadie ha prestado atención: por un lado los ricos viejos y nuevos que se untan a discreción mantequilla y mermelada. Por el otro, los de a pie, los que para sobrevivir tienen que aceptar trabajos a destajo.

A destajo trabajan los catedráticos de las universidades. Todavía hay en la San Carlos quienes tienen un puesto seguro y con las prestaciones de ley, pero cada vez son menos. En la Marro, en la Landívar, en todas las demás, los docentes prestan ‘servicios profesionales’ que duran exactamente lo que un ciclo universitario: cuatro o cinco meses. Olvídense del IGSS, del bono 14, del aguinaldo, las vacaciones.

A destajo trabaja la mayoría de los jóvenes que desde hace un par de años ingresan al mercado de trabajo. Aquí en Guate se responde a los enojados usuarios de compañías de electricidad, aéreas, de teléfonos, etcétera, que viven en cualquier parte del mundo. La maquila del call center prospera en el país.

Hasta que alguien encuentre que en otro país más andrajoso que el nuestro hay quienes hablan inglés y están dispuestos a pasarse hasta doce horas sentados frente a un teléfono y una computadora por menos de 450 dólares al mes, que es lo que se paga aquí. Nada de IGSS, ni bono 14, ni vacaciones, ni nada.

En otros ámbitos los profesionales ya no trabajan para nadie. Son consultores y hacen consultorías. Sin IGSS, ni vacaciones ni bono 14 ni… ¿para qué repetirlo?

Dan envidia los magistrados de las cortes de Constitucionalidad y Suprema de Justicia, los ministros, los diputados y otros funcionarios con salarios dignos y prestaciones previstas por el Código de Trabajo.

Ya habrá en el futuro alguien parecido a quienes en estos días están haciendo cambiar un poco el panorama en América del Sur; entonces los campeones del trabajo a destajo llorarán largamente y cosecharán sus tempestades.

3 comentarios:

Pedro J. Sabalete Gil dijo...

Capitalismo dixit. Entiendo muy bien eso de ir a destajo.

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Saludos.

EL ENMASCARADO dijo...

El salario del profesor de alquiler en las Universidades privadas es una verguenza y una miseria...Por esa razon se vuelven refugio de frustrados trust fund kids...
Si yo fuera diputado!...Me recuerdo a cantinflas!

Ingrid Reyes (Chapolita) dijo...

Es una verdadera falta de respeto lo que proponen estos señores (si se les puede llamar de esa forma). Saludos,