Abrir esta mañana elPeriódico y darme cuenta de la mancha rojiza que casi cubre el país me espanta. La mancha rojiza marca los lugares de Guatemala donde hay pobreza y hambruna. Este es el mapa de marras, donde el rojo enseña la vergüenza que debería darle a los gobiernos del último medio siglo, que se dedicaron a cualquier cosa --asesinar y robar, entre sus actividades favoritas-- menos a reducir los niveles de pobreza y de hambre.
El verde oscuro, casi imperceptible, muestra los lugares donde las cosas marchan regular, la pobreza es baja. Es decir, marca aquellos lugares donde lo que abundan son los obesos. La escualidez y la obesidad nos permiten darnos cuenta de cuán solidarios e inteligentes hemos sido. No me quejo de las clases medias, empobrecidas en los últimos veinte años, que se diluyen entre las filas de los pobres, colores amarillo y naranja. Pobres pero dignos, diría alguien tratando inútilmente de dulcificar lo amargo.
El mapa debería imprimirse y pegarse en todos los lugares posibles para que tuviéramos en cuenta, siempre, que estamos inmersos en un mar de hambre. El plano acompaña una nota sobre un pueblo de poco más de mil familias que han encontrado como paliar el hambre criando cabras. El problema es que en cincuenta años no hemos tenido cabritas sino cabrones.
sábado, septiembre 01, 2007
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
1 comentario:
lo peor ana, son los pobres obesos. victimas de una dieta de carbohidratos y grasas baratas, débiles y atontados.
consumiendo golosinas en su intento de ser menos pobres.
hoy vi a una niña tomarse una sopa de vasito, vale 5 quetzales, con muchos fideos y grasas, y luego pedir un gatorade que vale 10 quetzales. con esos 15 pudo haber comprado un almuerzo completo, pero no se habría sentido "importante" con su botella de gatorade.
Publicar un comentario