El general de cuatro estrellas David Petraeus cuenta con credibilidad entre la prensa norteamericana, credibilidad de la que carece George Bush. Y los analistas saben que se la ha ganado ofreciendo a los periodistas una mezcla de realismo y manipulación. Por eso las cadenas de televisión reprodujeron íntegro su discurso de ayer y la prensa gringa amaneció esta mañana llena de comentarios sobre el mismo.
Ahora ha mostrado su éxito político ofreciéndole unas migajitas a los demócratas: la retirada, en diciembre, de unos 4.000 soldados: otra algo mayor que culminaría en julio de 2008. Este último repliegue dejaría en 130.000 el número de tropas en Irak, es decir, el mismo número que antes de la gran escalada que se inició en febrero.
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