sábado, mayo 19, 2007

Al menos eso

Wolfowitz ha utilizado finalmente el puente de plata que le tendieron y renunció de la presidencia del Banco Mundial. Se va contento, dice, porque los directores del banco aceptaron que sus errores fueron cometidos de buena fe.

Buena fe hacia su compañera de vida, supongo.

1 comentario:

Pedro J. Sabalete Gil dijo...

Je, es que somos todos muy mal pensados...