El tango se complica

Las declaraciones del policía Marvin Contreras sobre el asesinato de los parlamentarios salvadoreños y su chofer han venido a aumentar la altura de la torre de Babel creada alrededor de tales muertes y el ajusticiamiento de cuatro policías --dentro de una cárcel 'de alta seguridad' en Guatemala-- acusados de haberlos matado.

Contreras cuenta su historia y no completa. Involucra en una mentira de cuatro días al ministro Vielmann, al director policial Sperisen, a los fiscales Álvaro Matus y Cándido Bremmer, al fiscal general Juan Luis Florido, a dos fiscales salvadoreños y al señor Víctor Rivera, --venezolano que llegó a Guatemala cuando los secuestros a la gente de pro estaban de moda-- que ahora trabaja como asesor de gobernación y de la policía.

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Me costó mucho comprender lo que dijo Contreras. Tuve que escuchar cuatro telenoticieros y leer tres periódicos para encontrar algún sentido en lo escrito o dicho por mis colegas, que podrían beneficiarse mucho de aprender español.