jueves, enero 11, 2007

Afortunadamente, la eficacia

Veo la foto donde un pobre tipo está en el suelo, con las manos a la espalda, que le están siendo sujetadas por dos policías. En realidad, lo rodean siete policías de uniforme y otro, de panza descomunal, vestido de particular con su gafete en la solapa. Ocho policías de Atlanta han sido necesarios para reducir a la impotencia a este criminal. ¿Y quién es, qué hizo para que lo arrestaran (después salieron a relucir los moretes) tan brutalmente?

Pues nada menos que el historiador inglés de ascendencia española Felipe Fernández-Armesto, académico de Oxford. ¿Y qué fue lo que hizo? Atravesó la calle a media cuadra y el policía de particular se le echó encima porque eso está prohibido. El historiador le pidió al policía que se identificara y allí fue Troya. Al bote, donde pasó la noche antes de que un juez lo liberara. Pero los trancazos no se los quita nadie.

¿Tal vez los policías pensaron que era un miembro de Al Qaeda o un partidario de Saddam Hussein en vías de atacar algún edificio?

1 comentario:

Pedro J. Sabalete Gil dijo...

He visto ya demasiadas imágenes similares. Me pregunto. ¿si fuera con traje y tuviera el cabello rubio le aplicarían idéntico trato?