El señor Thomas Carruthers, director de la Comisión de Democracia y Legalidad de la institución Carnegie, hace ya varios años, dijo que los gobiernos estadounidenses llamaban demócratas a aquellos países que se amoldan y se pliegan a los intereses de los Estados Unidos; cuando la democracia de los países va en contra de los intereses de EEUU, no pueden ser reconocidos como demócratas.
Carruthers afirma que esa esquizofrenia política es notoria en todos los gobiernos de su país, llámense republicanos o demócratas. Tal vez por causa de semejante filosofía, los esfuerzos de los países de América del Sur y sus actuales gobernantes por encontrar una alianza económica similar a la europea, es tratada como vil populismo.
El vocero por excelencia del conservadurismo estadounidense, el Miami Herald, por medio de uno de sus columnistas, augura que el nuevo Kremlin --como en Guatemala, se regresa al discurso de la guerra fría-- está situado en Venezuela.
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