Casi se me cae el pelo cuando veo la fotografía en el Siglo XXI: el señor Berger, Jody Williams, Rigoberta Menchú y Oscar Arias --estos tres últimos, premios Nobel de la paz-- arrodillados frente a una escuálida alfombra de pino bordeada más escuálidamente por unas rosas, en singular ceremonia de mentiras. Como cuando los niños juegan a las comiditas con trastecitos vacíos. Uno tiene que imaginarse el contenido.
Orando por la paz, me digo, o para para que ya no seamos tan cochambrosos y dejemos de robar o dar mordidas.
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domingo, noviembre 19, 2006
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7 comentarios:
No he visto la foto pero la estampa descrita ya me sorprende porque siempre pensé que la paz se conquistaba, especialmente por aquellos que tienen influencia o poder como ellos.
Saludos.
Tampoco he visto la foto, es mas, ni siquiera voy a buscarla porque puede que si se me caiga el pelo. De todas formas no me gustan esas farsas.
Saludos
Pero es que basta ver atrás de los protagonistas, cámaras por todos lados y guardaespaldas.
Era una ceremonia para la foto, para entrar al circo mediático. Mejor hubiera sido un vídeo, tal vez hubieramos visto que no tenían ni idea de lo que estaban haciendo. Los indígenas estarán enojados de ver que utilizan sus ceremonias para hacer un chiste.
Paz
bueno, a falta de ideas, teatro...
Y que teatro más patético...
...mmmm (creo que hoy no hay comentarios)
saluditos para ti.
lu!
Esa imagen debo verla.
Acaso me la imagino inexplicablemente surreal.
Pronto vuelvo...
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