El matrimonio, un pretexto

Leo que en los primeros seis meses de este año se han producido más de 85,000 divorcios en España. Me refiero a España porque las estadísticas de Guatemala son inexistentes, me parece.

Por supuesto, ha salido a relucir todo aquello de que el matrimonio es la base de la sociedad y demás bla bla bla. Pero lo cierto es que el matrimonio para toda la vida solo tiene dos motivos: o que la pareja esté realmente bien avenida, o que sea utilizado como pretexto por las sociedades autoritarias, retrógradas, conservadoras, para mantener amarrado lo que el mismo diablo separaría, con la finalidad más importante de que nada cambie.

La pareja existe desde hace muchísimos miles de años. El matrimonio, más reciente, fue invento de la sociedad patriarcal para asegurarse de tener sujeta a la mujer y que todos los bienes --no por nada se llaman patrimonio-- fueran cosa del patriarca.

No hubo divorcios en tanto que las mujeres no conquistaron espacios. O eran en beneficio de los hombres. De hecho, existe la anulación matrimonial católica, aunque haya hijos, de la que se han beneficiado monarcas, nobles y más recientemente algunos plebeyos.

Los matrimonios se dan ahora entre personas del mismo sexo que, o de verdad desean compartir la vida o se han dejado enganchar por las hormonas, como sucede entre muchas parejas heterosexuales, que cuando ven desvanecerse la pasión, optan por la libertad. Y tienen la razón, no hay nada más absurdo que aquellas parejas aburridas que ya no tienen nada que decirse.