viernes, junio 09, 2006

La policía secuestra

Cuando la policía recurre al secuestro de un padre y de un nieto de corta edad como medida de presión para atrapar al abuelo, sindicado de corrupción, el país ha retrocedido de golpe hasta los sangrientos y violentos años ‘70 y ‘80. Hace ya tiempo pedí públicamente al presidente Berger la destitución del ministro de gobernación, pero no hubo respuesta. Un diario se atrevió a hacer una muy tibia defensa del señor Vielmann. Todo porque el ministro Vielmann es el representante de la clase que gobierna el país en estos días. Deprime ver, en una cinta de video del edificio donde se realizó el secuestro, un hombre con pasamontañas, una negra figura que nos remite a los tiempos del bien muerto Lucas y del inefable Ríos Montt, que no quiere entender que él también está muerto. Pero es que hay muertos vivos, y no solo en Transilvania. A dónde va Guatemala. O mejor dicho, por qué no ha logrado salir del agujero inmundo donde ha estado desde 1954.

1 comentario:

charakotel dijo...

Encuentro la explicación a semejante aberración cometida por las autoridades, en la constante penetración que sufre la PNC de elementos formados en contrainsurgencia y guerra sucia. Así, sus métodos trascienden los límites jurídicos porque "el enemigo" le está ganando la partida.
Lo más triste que ante la desesperación causada por la violencia y la fragilidad del sistema judicial, la población aplaude dichas medidas. Y califica positivamente el pésimo accionar de Sperissen y Vielmann, conspicuos representates de la clase dominante.
En fin...