domingo, junio 18, 2006

El bien fundado desinterés

La encuesta de Prensa Libre pone de manifiesto que a casi el 63% de los guatemaltecos, o no les interesa los posibles candidatos, o no desea saber por quién votará. Un 2.9% ya ha tomado su decisión: votará en blanco. El resto de ciudadanos votaría así: por Álvaro Colom un 15.7%; por la oferta de mano dura de Otto Pérez Molina, apenas el 7%; por Efraín Ríos Montt un raquítico 2.3%. Asturias, Arzú y Menchú, apenas sobrepasan el 1% cada uno.

A la pregunta de cuál partido simpatiza a los ciudadanos, el rechazo al estado de las cosas es evidente: un 68.9% afirma que ninguno.

Es decir, que los guatemaltecos no queremos saber nada de partidos ni de candidatos. Tanto así, que ni siquiera el desfasado ofrecimiento de una mano dura, con la que el señor Pérez Molina dice que pondría un alto a la violencia que sufrimos, consigue adeptos.

El director de la Escuela de Ciencias Políticas de la USAC agrega que estas cifras deberian decirle a los políticos que busquen líderes y fortalezcan las instituciones a las que pertenecen. Eso hasta Perogrullo lo diría. La cuestión es para cuándo. Para las próximas elecciones ni los partidos lograrán reformarse, ni por arte de magia tendremos candidatos que llenen las aspiraciones de un pueblo que desde el inicio de la llamada democracia ha sido ignorado por sus gobernantes. Unos se han embolsado los fondos públicos; otros como el actual conejo de peluche, no han sabido hacer más que darle oportunidades a los de siempre.

No es alentador pensar en aceptar un gobierno que no llenará las aspiraciones de nadie, ni siquiera las ilusiones de aquellos que voten por un futuro presidente y sus adláteres. Si el desencanto por el actual gobierno se manifestó antes de los dos años, el del próximo llegará a los pocos meses.

Mi receta para años futuros: Los partidos polìticos deben aplicarse una purga y ganar adeptos limpios como única forma de supervivencia. En el Congreso debe reducirse el número de diputados hasta un máximo de 80 ó 90, y de ellos, por lo menos la mitad debe estar constituida por ciudadanos notables. De izquierdas y derechas, pero gente inteligente, capaz, comprometida con el bienestar del país, no con la bolsa de unos cuantos.

Sólo de unos partidos políticos reformados pueden surgir los candidatos a los puestos de elección popular. Los líderes, en el sentido estricto de la palabra, son otro cantar. No crecen en un árbol, ni pueden convencer a los votantes sin que haya razones de peso para ello. Ahí está Ríos Montt, cuyo partido en un tiempo tuvo presencia en todo el país. Entre su muy oscuro pasado y los desmanes del gobierno anterior, incluido el jueves y viernes negros, apenas alcanza poco más del 2% de la intención de voto. Sic transit gloria mundi. Si es que alguna vez la poseyó.

1 comentario:

Jirafa dijo...

Estimada Ana Rodas, como sé que últimamente ha incursionado en el universo de los blogs, según comentó en una de sus columnas -debido a quebrantos de salud, de los que espero ya esté bien- me permito recomendarle este sitio queme pareció interesane. Sobre todo el proyecto de: un libro por día. Una que no sabe mucho de libros, se entera de autores que jamás habría conocido de otra forma. Le deseo lo mejor. El sito es:
http://lepisma.liblit.com/?m=200606