Ha sido traducido al español el libro La religión americana, de Harold Bloom. Esta vez, el crítico literario dedica un ensayo de 350 páginas a la revisión –-muy personal-- de la religión de los habitantes de EEUU en general. Bloom emplaza el nacimiento de esta Religión Americana, como la llama, el día 6 de agosto de 1801 en Cane Ridge, Kentucky, y llama a esa congregación el primer Woodstock. Cane Ridge se recuerda como una reunión al aire libre que duró una semana, a la que acudieron unas 25,000 personas llegadas de la frontera que pasaron por la experiencia de fusionarse en una unidad órfica, de resurrección, en la que se disolvieron las diferencias entre las confesiones.
Bloom considera ‘variedades indelebles’ de la Religión Americana el mormonismo, la ciencia cristiana, el adventismo del Séptimo Día, los Testigos de Jehová, el pentecostalismo y la Convención Baptista del Sur. No se digna aplicar su crítica a la Cienciología o a los Moon, de la misma manera que la crítica literaria, dice, no se refiere a textos de Danielle Steel.
Algún día vendrá a Guatemala. Pero aquellos de ustedes que vivan en Europa o quienes estén fincados en el mundo anglosajón, han tenido ya tiempo de leer la obra en inglés. Si no, búsquenla. El estilo de Bloom es maravilloso, y el tema, seductor. En su libro Bloom afirma que el fenómeno religioso en EEUU lo invade todo, porque 9 de cada 10 personas están fervientemente convencidas de que Dios las ama de manera personal e individual.
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jueves, enero 29, 2009
jueves, noviembre 08, 2007
El hombre corbata
‘El actual Hombre Corbata es el último eslabón del Hombre Disfrazado, una especie que gobernó la Tierra, sin asco, desde el año 1138 de nuestra era. El poder, desde entonces y hasta hoy, ha estado en manos de gente disfrazada. Reyes, obispos, jueces y militares. Cada vez que un hombre corriente accede a un puesto de omnipotencia, se convierte en un Hombre Disfrazado, y por tanto al acto de posesión se le llama investidura. Cuanto más perverso sea el cargo de poder, tanto más ridículo será su disfraz’.
Con este párrafo comienza un artículo de Hernán Casciari, sátira maravillosa que se apoya en la historia para hablar de nuestros tiempos, y que puede leerse entero --es el segundo post-- pulsando este enlace.
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