Que se hunde, se hunde

Venecia amaneció ayer sumergida en el agua. El nivel del Adriático subió más de metro y medio, con la cuarta marea más alta que se registra desde el siglo XIX, de 1.56 metros. En los últimos tiempos las calles del casco histórico de la ciudad quedan cubiertas al menos unos 200 días al año, pero mientras permanezcan abiertos los restaurantes, los museos, las iglesias, los comercios los venecianos mantienen sus quehaceres diarios con total normalidad.

‘Hemos llegado al límite de lo soportable’, afirmó Renata Codello, superintendente de Bienes Arqueológicos, según las noticias internacionales. En el Archivo de Estado, la Biblioteca Marciana y el Palacio Ducal, entre otros edificios artísticos, el agua se quedó en las escaleras, a punto de entrar.

Desde hace décadas o tal vez siglos, los cimientos de Venecia se van hundiendo progresivamente en el fondo de la laguna donde se alza la ciudad. A ello debe sumarse la pequeña pero perceptible crecida del Adriático como consecuencia del aumento del nivel de los mares de todo el planeta e incluso el efecto de las numerosas lanchas que transitan por la localidad. En total, Venecia se ha hundido unos 23 centímetros desde el año 1900.