jueves, noviembre 20, 2008

El Honorable

Este es un estado fallido. No por razones económicas ni políticas, sino porque en el fondo de los fondos, no pasamos de circo. Y de mala muerte, además. Se discute el presupuesto de la Nación en el Congreso de la República. No en una cantinucha de mala muerte sino en la sede de uno de los tres poderes del Estado. Y es tan miserable nuestra condición que, entre los muchos que se comportan como fronterizos, como energúmenos, como cualquier cosa menos como representantes del pueblo, sobresalen dos diputados que se afrentan y se maltratan desde siempre:

Anabella de León, la diputada cantante, y Mario Taracena. Ella le dice a él –megáfono en mano para más inri—que ni su madre lo quiere y él le responde que es resentida porque es fea.

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