jueves, noviembre 15, 2007

Pobres diputados

Ocho años de no recibir aumento, desde la época del inefable Ríos Montt, que regresa --no me explico cómo algunas personas vuelven, no precisamente como las golondrinas-- imagino que para no separarse de la igualmente inefable Zury.

Los diputados reelectos y los que se estrenarán en enero se ilusionan ¿en vano? con la idea de un aumento de sueldo, que sería recibido por los ciudadanos como una bomba. No han sido los habitantes del Congreso los políticos más prestigiosos. En honor a la verdad, la gran mayoría está constituida por unos ilustres desconocidos que se significan porque dormitan --comían y bebían allí también, pero finalmente lo prohibieron-- en el hemiciclo; o llaman por teléfono, actividad en la que son muy duchos.

Se quejan los pobres diputados de que los sueldos de los ministros, los secretarios y otros funcionarios públicos suben, pero los de ellos no.

Claro que los congresistas no sacan de su bolsa para diversos gastos: las computadoras que poseen se las paga el Congreso, gastan un total de 19,000 quetzales diarios en teléfono, suma que paga el organismo al que pertenecen

En comida se gastan Q436,254 mensuales, a pesar de que los diputados sesionan apenas dos veces por semana. Solo dos veces por semana.

El congreso posee 13 vehículos. No hay gasolina asignada a los diputados. Falta por explicar, porque nadie lo ha hecho, a dónde van a parar los quetzales que, según las cuentas del Gran Capitán, se gastan diariamente en gasolina. Nineth Montenegro ha denunciado que el Congreso gasta Q128,906 mensuales en combustible, lo que da más de Q6,000 diarios, a pesar de que no hay asignaciones en ese rubro para los legisladores.

A ello se suma el costo de reparación y mantenimiento de esos u otros automóviles que, entre enero y agosto recién pasados, representó Q239 mil 596. Los gastos facturados por la reparación de un pick up Toyota modelo 2007, ascienden a Q39,915. ‘No creo que un automóvil nuevo necesite tantas reparaciones’, dijo Nineth Montenegro, quien se ha erigido en una especie de contralora del organismo.

El presidente del Congreso dijo que autoriza cajas chicas para las comisiones y son las comisiones las que deciden en qué se gasta. Buena manera de evitar complicaciones y de aceitar las ruedas.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ana: interesante comentario. Sin embargo, hay que dar honor a quien honor merece. En esa orden de ideas, quiero reconocer la labor de dos diputados mas, aparte de Nineth: Manuel Baldizon y Anabella de Leon. El Diputado Baldizon, creo que ha hecho un excelente trabajo en los tres años, particularmente, haciendo responsable al Estado de los mas necesitados. Si me pregunta, prefiero mis impuestos en dinero para los viejitos y no en las bolsas de evasores.

Anónimo dijo...

Que injusticia!
Hay que hacer algo! No se que pero algo.
Tiene que haber alguna manera de poder recompensar "justamente" a tan distinguido grupo de ciudadanos al servicio de la patria que Julio Fausto tanto ansia.
Una "web-aton" seria propiada para recaudar fondos? De paso ir programando ya la "pension vitalicia" que tanto creen merecer.

Pirata Cojo dijo...

Son, con contadas excepciones, una desgracia, lo de Anabella de León me parece aberrante, con lo que se fue a gastar a Casa Santo Domingo ¡para terminar el reglamento o ley de probidad de los diputados!, vaya paradoja, Baldizón es un comerciante muy hábil, pero de eso a héroe...