Con buen sentido, la ONU entregará a Nicaragua 43 millones de dólares para la reconstrucción y rescate de la región que sufrió el embate y continúa sufriendo las consecuencias del huracán Félix.
La situación en Nicaragua no puede ser más desesperada. La cifra de muertos es alta: 130 personas muertas, según el actual conteo. A los muertos, cuyos cadáveres aún no han sido recuperados en su totalidad, se suman las terribles pérdidas en infraestructura, siembras, casas, etcétera. Ayer presencié unas escenas terribles, de gente cuya piel está ampollada y llagada por la exposición constante al sol y al agua de mar. Son aquellos que fueron rescatados del mar.
Cientos de pobladoras se agolpan en el muelle de Puerto Cabezas a la espera de recuperar los cuerpos de sus seres queridos, arrastrados por la tormenta. No muy lejos de Puerto Cabezas, donde se ha centrado la atención de los medios, está la comunidad de Sandy Bay; allí los muertos no han sido cuantificados aún y flotan en las aguas de la bahía.
Los nicaragüenses culpan ahora a las autoridades por no haber informado de la llegada del huracán a los pobladores de las áreas costeras y de los Cayos Miskitos. A muchos, el meteoro los sorprendió en el mar, pescando o haciendo acopio de langostas.
sábado, septiembre 08, 2007
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