La Audiencia Provincial de Valencia ha sentenciado al anestesista Juan Maeso a 1,933 años de cárcel por haber contagiado de hepatitis C a casi 300 personas que se operaron en los hospitales donde él trabajaba, entre 1988 y 1998. Además, se acordó una indemnización por 20.3 millones de euros a las 275 personas que sufrieron lesiones y a las familias de cuatro fallecidos.
Las indemnizaciones deberán pagarlas diversas compañías aseguradoras y el propio gobierno de Valencia, la Generalitat Valenciana, como responsable civil subsidiaria, que ha declarado ya que no presentará ningún recurso para evitar el pago.
El fallo establece que el contagio se produjo porque Maeso utilizaba previamente para sí el material empleado para anestesiar, sedar o tratar a los pacientes. Se inyectaba parte de la dosis de opiáceos que después, y con la misma aguja, suministraba a los enfermos
Para condenar al infame Maeso se hicieron estudios muy elaborados que muestran la relación genética entre el virus que porta Maeso y el virus de los afectados.
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