lunes, marzo 19, 2007

Para evitar su extinción

Hay gatos y perros en casa, representantes de todos los seres que comparten con nosotros el planeta. Los demonios de Tasmania, aunque no tengo el gusto de conocer a ninguno personalmente, son de mis favoritos. Los llamaron demonios porque asustaron a los primeros colonizadores de Australia e islas vecinas con sus gritos y terribles modales. Además, los colonizadores eran blancos y los animalillos, negros.

Desde hace más de 5 siglos se extinguieron en Australia y ahora, víctimas de una enfermedad que les impide comer, hasta que mueren de inanición, y que podría extinguirlos para siempre, los sanos van a ser llevados a la Isla María, a ver si se les puede salvar. Si comparten mi amor a los bichos, en la BBC está toda la info con dos fotos preciosas.

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