viernes, marzo 23, 2007

Dijeron en el campo en 1983

'Que las patrullas del Ejército solían pasar cada ocho días. Que en esa ocasión los soldados habían pasado primero advirtiéndoles que no salieran de sus casas. Luego, los moradores subieron a la montaña adonde los soldados los siguieron, matando a la gente que ahí se encontraba. Posteriormente, regresaron a la aldea dando muerte indiscriminadamente a mujeres, ancianos y niños, así como a los jóvenes y hombres en edad productiva. Uno de los vecinos dijo que los soldados habían matado a su mujer y a sus cuatro hijos. Todos protestaron ser gente pacífica y religiosa. Afirmaron, además, que cuando ocurrió la matanza, la única arma que tenían los vecinos del lugar eran sus machetes de trabajo; y a aquellos que corrían se les tiraba con fusil; a otros, los agarraban y torturaban. Dijeron que hubo en total unos 160 muertos, algunos de cuyos cadáveres fueron enterrados y a otros se los comieron los perros. Afirmaron también los vecinos, que las casas abandonadas por ellos por temor a ser muertos, fueron quemadas por el Ejército unos días después de la cosecha del maíz. El total de casas quemadas fue de 136. Agregaron que los guerrilleros nunca habían pasado por el lugar y que fue el Ejército el que quemó el maíz. Finalmente, los vecinos agregaron que después de la masacre no había ocurrido en el poblado ningún hecho de violencia, gozando de tranquilidad hasta la fecha'.

Estancia de la Virgen, Chimaltenango


'Los testimonios recibidos por la Comisión, dan cuenta de lo siguiente: que de los 15 mil habitantes que había en 1981, sólo quedan algo más de 125 personas, ya que la mayor parte de la población había huído a México como consecuencia de la violencia de la lucha armada entre la guerrilla y el Ejército; que la guarnición militar mantenía a un número de personas detenidas, entre las cuales había dos vecinos de Nentón recientemente sacados de sus casas, Emilio Camposeco y Pascual Tomas, agregando los declarantes que a los presos los torturaban ferozmente y que terminaban destrozándolos y matándolos, arrojándolos al río, donde sus cuerpos aparecían causando mayor pánico y desesperación en la aterrorizaba población de Nentón. Que de marzo de 1982 a la fecha, habían sido ejecutados de esta manera unas 20 personas y que, recientemente, unas 4 o 5 personas habían sido así asesinadas por el Ejército que ocupaba Nentón. Los entrevistados formularon a la Subcomisión, como recomendación, que se diera un trato más justo y más humano a los detenidos. Aclararon que los guerrilleros cuando atacaban al pueblo, agredían sólo a los miembros del Ejército pero que no causaban ningún daño a la población civil'.

Nentón, Huehuetenango

Informe de país, Comisión Interamericana de Derechos Humanos, OEA, 1983

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