Bueno, si el innombrable se defendía diciendo a quien quisiera oírlo que la orden de captura española solo era por la quema de la embajada de España, las autoridades judiciales de ese país ya enmendaron la plana y la Corte Suprema de Justicia ha recibido la petición de arrestro y extradición por genocidio, terrorismo y tortura entre otros señalamientos.
El señor Stein dice que, en principio, los guatemaltecos acusados de delitos en el territorio nacional, deberían ser juzgados aquí, y le hace coro Linares, el abogado de los irredentos. El problema, señor Stein, es que aquí jamás se le seguirá un juicio a los responsables de la peor violencia que hemos sufrido.
Menos durante un gobierno que ha comenzado su inane trayectoria llegando a acuerdos con los culpables de ese genocidio. Se recomienda al señor Stein no decir más sandeces.
Lo que vale, en todo esto, es el castigo moral.
viernes, diciembre 01, 2006
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4 comentarios:
BRAVO.
Es preferible que fuera juzgado allí, nadie lo duda pero la línea entre ser juzgado allí y no ser juzgado nunca es casi invisible.
¿No cree?
Completamente de acuerdo.
¿Que le habrán ofrecido a don Stein esos pillos, para que les garantice que se juzgan aquí?
Esa sanción moral es la que la historia le ha dado ya a los criminales, por mucho que sus adláteres se empeñen en defenderles...
Saludos señora doña Ana...
chrktl
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