lunes, noviembre 27, 2006

México y Ecuador

A estas alturas, el millonario Alvaro Noboa continúa sin avalar el virtual triunfo de Rafael Correa en el Ecuador, y ha salido a pronunciarse como el futuro presidente de su país. A lo mejor piensa que Felipe Calderón es un buen ejemplo. Yo no me atrevería a querer seguir el camino de los poderosos en México. Al fin y al cabo, en el vecino país el 'dedazo' del PRI que duró 70 años ha vuelto especialmente dóciles a los mexicanos. Pero en Ecuador hay muy cercanas acciones de la ciudadanía dándoles el carpetazo a varios presidentes. Y en el Sur se está gestando un movimiento independentista muy fuerte, con diversas facetas, para que emerja una América Latina diferente, que pasó del colonialismo español, al inglés, al estadounidense.

4 comentarios:

selenitamx dijo...

La "docilidad mexicana" producto de 70 años de dedazo, me parece una afirmación que requiere ser reflexionada, sobre todo, a la luz de lo que actualmente pasa en el país. Las movilizaciones en Cd. de México, no sólo a favor de AMLO sino en contra del fraude, la dolorosa experiencia que está viviendo Oaxaca,en la que se han sumado muchos malestares históricos, no parecieran ser producto de ninguna docilidad.

De lo que habría que hablar, también, para ir complejizando el panorama, es de lo desmesurado de las prácticas del poder que se expresan en violencia de distintos órdenes, pero también en el silenciamiento de la realidad social, en la negación de lo que está pasando, en la construcción de realidades ficticias pero que los llamados medios de comunicación las hacen valer como verdaderas.

El rompecabezas tiene muchas más piezas, me parece.

Anónimo dijo...

Ecuador, Ecuador... uno más en la lista de lo que se ha venido viendo como el parámetro de una transformación ideológica política de latinoamerica.... pero más es una continuación del "trial and error" tan enraigado en nuestra cultura.... De Venezuela, a Colombia a Ecuador, a Perú y Chile, parece un juego de tinmarín... y no un verdadero giro a la izquierda.

Ana dijo...

Me encantaría que al menos un 60% de los mexicas hicieran oír sus voces como los partidarios de AMLO entre quienes me cuento, y los pobladores de Oaxaca. Y creo que ni aún así habría cambios.

Me encantan los comentarios. Para eso son los blogs, para que todo el mundo se exprese y haya intercambio de opiniones. Aquí se acepta todo. Libertad de expresión, que le llaman.

selenitamx dijo...

Un riesgo al que se está expuesto, siempre, pero particularmente en la actualidad, es el asumir como válida y única, la realidad del discurso del poder (llámese glozalización, neoliberalismo, etc.) Ese discurso predica la inexistencia de todo lo que no legitima, dice que cualquier iniciativa o proyecto que se genere desde otro lugar que no sea el suyo está condenado al fracaso. Así, una vez incorporado tal discurso el escepticismo nos incapacita para reconocer alternativas de destino, se apodera de nosotros y empieza a escucharse, de manera dominante, la expresión de la impotencia: "¿qué podemos hacer? nada" "no hay opciones..."

Por qué no aceptar el reto, o por lo menos intentar pensar que, como dirían en Portoalegre, otro mundo es posible. Y esa posibilidad no esta fuera, demanda eso sí, de un sujeto erguido.