Los gobiernos de los países centroamericanos, México, República Dominicana y Colombia han acordado unirse para combatir el crimen. Lo que leo entre líneas es que EEUU está detrás de estas gestiones, que solo conducirán a taparle el ojo al macho, porque hasta el momento nadie ha podido ganarle a las transnacionales del crimen. En realidad lo que debería hacerse es legalizar la droga. Nadie, el día de hoy, compra cigarrillos o alcohol a los precios de las otras drogas, las prohibidas actualmente, cuya venta controlada dejaría cuantiosos impuestos a los estados.
La noticia de la unión para el combate aparece en la página 3 de Prensa Libre, y justo enfrente, en la 2, está el informe sobre el retroceso en cuestión de libertad de prensa en la región porque el crimen organizado ha puesto a los periodistas de varios países latinoamericanos en sus listas. Y los está matando prolijamente.
La única noticia positiva es la de que Gonzalo Marroquín ha sido electo, por tercera vez, presidente de Comisión de Libertad de Prensa de la Sociedad Interamericana de Prensa. La SIP, que sesionó por tres días en Guatemala, anota en un comunicado que el narcotráfico ha corrompido a policías locales, estatales y federales; a alcaldes, jueces, maestros y sacerdotes. Y a periodistas.
Lo que digo: la legalización.
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