Somos tan arrogantes que durante unos cuantos años decidimos que un astro determinado cae en la categoría de planeta y luego, porque nos da la gana, lo bajamos de rango y, oh sorpresa, unas ex lunas vienen a convertirse por arte de magia en planetas. No cabe duda, regimos en el Universo, y todo aquello de que somos la especie más inteligente es real.
Pero desde hace un tiempo que no resulta muy largo si lo vemos desde la perspectiva de la vida en el Universo, nos hemos dedicados a contaminar el planeta en que vivimos. Y mientras unos se enriquecen con el petróleo y la industria, otros se afanan en dar la alarma por la manera en que estamos acabando con la biosfera. La gente de la NASA ha dicho que la temperatura de la tierra, debido al calentamiento de los últimos 30 años, es la más alta que ha registrado el planeta en los últimos 12.000 años.
En realidad no estamos acabando con el planeta. Estamos acabando con nosotros. Cuando el último sobreviviente de esta especie muera en su dorado búnker, el mejor que el dinero haya podido comprar, la Tierra vendrá a sentirse un poco como aquellos perros a los que les mataron las pulgas y comenzará otro período vital. Ojalá que los que evolucionen dentro de millones de años no sean tan inteligentes como nosotros.
jueves, octubre 05, 2006
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1 comentario:
Creo que tendran que ser mas inteligentes, para poder haberselas con los despojos que les legaremos
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