lunes, octubre 23, 2006

Las otras razones

América Latina, tan atada por las intervenciones de EEUU durante el siglo pasado, comienza a salir de su inmovilismo y eso altera la forma de pensar de muchos que no ven bien la vía que han escogido los países más australes del continente: ligarse entre sí y alrededor del petróleo y el gas. Se necesita una visión de conjunto para comprender que nunca más volveremos a lo mismo. En primer lugar, por razones normales de cambio constante, y en segundo --que debería estar en primerísimo-- porque los grandes países del Sur han reflexionado sobre su verdadero potencial en este mundo que se está recomponiendo geopolíticamente después de una guerra fría cruel y la inteligente glassnost de Gorbachev.

Quienes mejor lo comprenden son los dirigentes del bloque económico liderado por EEUU, que se enfrentan a una Comunidad Europea con sus propios intereses; al surgimiento de las inmensas economías de China e India; al bloque asiático que ya tiene sus años. Además, está Rusia, que económicamente está ligada al conglomerado Asia Pacífico y estratégicamente, a Occidente. A eso hay que añadir factores de índole política: los gobiernos árabes divididos entre proclives, o enemigos de EEUU con la reciente adición de los persas --Irán-- en función de una religión compartida. Corea del Norte forma parte de otro ajedrez inquietante.

Porque la competencia crece en número y en poder, EEUU impulsa los tratados de libre comercio y se ha asegurado la fidelidad de Canadá, México, los países de América Central, Colombia, República Dominicana, por citar algunos. Y en espera de que África despegue, ya tiene tratados de libre comercio con algunos de los países sur occidentales de aquel continente.

En ese contexto se comprende la enconada lucha en el seno de las Naciones Unidas por el puesto en el Consejo de Seguridad. Ni a EEUU ni a Europa les gusta Venezuela. No solo por la personalidad de Chávez, sino por lo que representa. Los intereses económicos de EEUU y Europa están siendo duramente atacados por los gobiernos del Sur; y Guatemala, que ni fu ni fa, sería el candidato ideal para dar una lección a esos latinoamericanos descastados que tan mal se portan.

2 comentarios:

Pedro J. Sabalete Gil dijo...

No me dirás que el panorama mundial no promete ¿verdad?

No tengo claro, todavía si no impondrán un tercer candidato dada de momento la imposibilidad de escoger entre Guatemala o Venezuela

--
Efectivamente estoy haciendo cambios en el blog....espero que para bien...
Saludos.

Anónimo dijo...

Ante un panorama geopolítico tan complejo y frágil... ¿qué pretende Guatemala perteneciendo al Consejo de Seguridad de la ONU en éstos momentos?

Parece más una lucha "por un puestecito o un chansesito" a través del cual ofrecer votos a cambio de favores, tal como los polítiqueros menos competentes que nos han tocado en el congreso durante décadas.

Si tuvieramos capacidad negociadora o poder de convencimiento, se habría demostrado antes de varias docenas de votaciones. Por dignidad, debemos renunciar cuando quedá claro que no pudimos persuadir "por las buenas" (a diferencia de Venezuela y su dinero) a nuestro propios vecinos latinoamericanos.