sábado, agosto 19, 2006

Yo también

Como Günter Grass, uno de mis autores favoritos y Premio Nobel de literatura, ha dicho en estos días que perteneció a las SS le está cayendo duro. Yo no dejaré de leerlo ni de considerarlo uno de mis favoritos. Los suecos han dicho que tampoco le retirarán el premio.

Por mi parte, confieso que cuando era niña participé, con mi hermano Jorge, en el radioteatro de Estela Molina que se transmitía los sábados en la tarde por la Radio Ciros. Había allí un colega alto y de ojos verdes, que siempre he ligado en la imaginación con un Julio Cortázar niño. Alguna vez me rozó la mejilla con un casto beso.

En ocasiones me tocó ser el príncipe y a mi colega cortazariano, la princesa. ¿Se habrán dado cuenta los niños que nos escuchaban de este travestismo radial? ¿Aceptará A'kabal el Premio Nacional de Literatura ahora que ya se ve que los pecados de juventud no cuentan?

No se pierdan la respuesta a estas interrogantes la próxima semana, en esta misma estación.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Y debemos confesarnos también los que admiramos a Carl Orff, a Richard Strauss, a Furtwangler, a Von Karajan? ¿Incluso si nos sentimos atraídos por la frialdad estratégica de Rommel? ¿O por los ideales anatómicos del recientemente exhumado escultor Arno Breker? ¿Y si nos parecen admirables los planos y maquetas de la nueva alemania del arquitecto Albert Speer?

Abrazos, Ana María,

A.