A nadie en su sano juicio se le puede ocurrir comparar la economía mexicana con la nuestra. México es inmenso, posee grandes riquezas, allí triunfó una revolución que dio paso a la modernidad que se ha vivido en aquel país durante el siglo XX. Hoy quiero relatarles algunas cosas, sucedidas en ese país como consecuencia de la firma de un tratado de libre comercio entre Estados Unidos, México y Canadá.
Para no extenderme mucho me referiré sobre todo a la crisis del campo, esa crisis que se encuentra en la base de la actual migración de mexicanos hacia el norte, en busca de formas de vida que, o no tuvieron nunca, o empeoraron tras la firma del tratado. La pobreza —en 1984 había 14,2 millones de pobres en el campo, en 1992 había 18,9 millones— ha expulsado a la población campesina hacia las ciudades y hacia los Estados Unidos. La migración desde el campo hacia las ciudades es alrededor de 500 mil personas por año; un 50% de ellas, hacia los Estados Unidos.
Se estima que desde 1990 han muerto alrededor de 3,000 emigrantes en la frontera México – Estados Unidos, de los cuales una inmensa mayoría son mexicanos. El porcentaje de muertos aumentó desde 1994, un año después de la firma del tratado. Mi fuente son las organizaciones de derechos humanos que han surgido en Arizona y en otros estados de EEUU para defender a los trabajadores que se internan en los desiertos norteamericanos.
La dimensión de la crisis del campo mexicano a partir de la aplicación del TLCAN es terrible. Hay cifras oficiales sobre el estancamiento de la superficie cosechada de cinco productos básicos; maíz, arroz, trigo, soya y frijol. Tal estancamiento ha sido el resultado de las grandes importaciones de granos desde los Estados Unidos. Con las importaciones se ha acelerado la monopolización del sector agroalimentario en manos de unas pocas compañías que controlan las semillas, los agroquímicos, la producción y la comercialización de alimentos. Los efectos sociales para el campo mexicano no se han hecho esperar: el ya mencionado aumento de la migración hacia los Estados Unidos y los grandes núcleos urbanos del país, y el incremento del desempleo, la pobreza y el hambre.
Hace unos años durante el desarrollo del movimiento “El campo no aguanta más”, se explicó parte de esta crisis en los siguientes términos: “La catástrofe del campo es una verdadera emergencia nacional. Las importaciones de maíz blanco y amarillo, con mínimos aranceles de 3% y 1% respectivamente, están arruinando a los productores del noroeste que no pueden vender, pero también desvalorizan los excedentes de los milperos más modestos y desalientan incluso la producción de autoconsumo, dejando un saldo de alrededor de tres millones de productores damnificados”
También la agroindustria de la caña está en crisis, porque Estados Unidos no acepta las importaciones pactadas, alegando otros acuerdos, mientras que el edulcorante de alta fructosa, producido por EEUU —y que es terrible para la salud— sustituye al azúcar de caña en los refrescos embotellados.
El arroz entra a México a precios de dumping, lo que ha quebrado a los arroceros. El ingreso de piña enlatada ha hecho estragos a los cosechadores de Oaxaca y Veracruz. Y lo mismo sucede con las producciones de leche y de pollo, sustituidas por la leche en polvo de importación; los avicultores fueron desplazados por el ingreso de carne de pollo de desecho proveniente de Estados Unidos.
Antes y después de la firma del TLCAN ha habido en México —igual que en Guatemala— advertencias sobre la pérdida de la soberanía alimentaria. Allá fue formulada desde diversos sectores, entre ellos, los campesinos organizados en el movimiento “El campo no aguanta más”, quienes plantearon en el llamado Manifiesto de Ciudad Juárez que dislocar “nuestra producción agropecuaria, orientarla a producir sólo para la exportación y hacer depender la alimentación de nuestro pueblo de las importaciones procedentes de los Estados Unidos, controladas por unas cuantas transnacionales, es aceptar la madre de las derrotas: la de la comida de nuestra gente”. Punto.
domingo, junio 04, 2006
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5 comentarios:
Esa es precisamente la cara del TLC que se ha ocultado en los medios de comunicacion masiva, claro, controlados por nuestas "elites disfuncinales" como dice Dionisio siempre los domigos (como es posible tanto descaro).
Solo que ocurre citar a Benjamin,
igual
que una fuerza es capaz de favorecer en su trayectoria otra orientada en una trayectoria
opuesta, así también el orden profano de lo profano puede favorecer la llegada del Reino
mesiánico
Ahora con la globalizacion,todos los paises tenemos que estar mas unidos que nunca, y por ello el TLC ya es una realidad en varios paises y si el TLC seria perjudicial para la mayoria entonces no lo firmaria, es por ello que estado gobierna no para unos cuantos sino para la mayoria y la gente afectada que es la minoria el estado los apoya para que no pierdan, y el TLC NO ES MALO, tratan de satanisarlo y no es asi los gobernantes de ambos paises han llevado años de años analizando y lllegan a una conclusion que ambos que sera muy bueno para la gente de cada pais asi que tengan mas criterio y no soo escuchen y digan si si eso es asi
no tengan su propio crietrio, jaquelin diaz (PERU)
Ahora con la globalizacion,todos los paises tenemos que estar mas unidos que nunca, y por ello el TLC ya es una realidad en varios paises y si el TLC seria perjudicial para la mayoria entonces no lo firmaria, es por ello que estado gobierna no para unos cuantos sino para la mayoria y la gente afectada que es la minoria el estado los apoya para que no pierdan, y el TLC NO ES MALO, tratan de satanisarlo y no es asi los gobernantes de ambos paises han llevado años de años analizando y lllegan a una conclusion que ambos que sera muy bueno para la gente de cada pais asi que tengan mas criterio y no soo escuchen y digan si si eso es asi
no tengan su propio crietrio, jaquelin diaz (PERU)
Algunas personas no se dan cuenta de la verdadera realidad, aunque se les muestre cifras, piensan que solo el individualismo los va a llevar a la cima, no creen en el Estado porque siempre los engaña, no creen ni en sus drechos porque son privados de ello,la función del Estado es garantizar el derecho a la salud, educación y demás.No por lástima ni por muy bueno que sea el Estado, estan en los DDHH, los gobernantes firman TLC's sin analizar absolutamente nada como dicen, eso es mentira negocian para su propio beneficio y no piensan en su población; ya que si pensarian en su gente la que los eligio no pasarían los posteriores problemas que sufren, aumento de pobreza, agricultores que trabajan tanto en la tierra y reciben lo mínimo, etc. NO todos los países son iguales sus realidades son distintas nunca se puede generalizar "si en todos los paises funciona , entonces en mi país tambien funcionará" esta frase no debería ni pasar por nuestra mente. Asi que para cualquier decisión que tomemos debemos de saber analizar con CRITERIO INFORMÁNDONOS y no dejarnos llevar por pantallas bonitas que nos pintan los medios de comunicación comprados por el gobierno.
Jessica (PERÚ)
creo q too esos hijos de puta del gobierno peruano q vendan su culo pero no mi paiz eso va para ustedes q comen como pendejos y mientras la gente de los pueblos trabajan para ustedes, mi abuelo es campesino y vi too ese abuso q acen asi q la gente ya no es ta huebona ,asi dios maldiga a esa gente q ace dinero con el sufrimiento ajeno
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